d. EL CAMPO DE LA SUBJETIVIDAD CARTESIANA: máquina de visión y máquina de visibilidad

d. EL CAMPO DE LA SUBJETIVIDAD CARTESIANA: La máquina de visión y la maquina de visibilidad


La experiencia en la realidad cartesiana está siempre precedida por el pensamiento de aquella experiencia. El campo de la subjetividad cartesiana viene entonces a ser el de la experiencia mediada por el pensamiento. Aquella distancia que hace que el sujeto se relacione con el entorno a través del lenguaje, crea un médium en el que la mente habita sus creaciones, incluida la misma realidad que describe palabra por palabra.(7)

Para cada experiencia la subjetividad cartesiana construye una máquina. La máquina de visión cartesiana produce un centro de referencia con tres ejes de distancia convergentes en ángulo recto, a partir de los cuales puede localizar y distribuir los objetos en el espacio, así también puede reconstruir la realidad y reordenarla. En este medio el primer orden de las funciones es recto, el segundo orden es oblicuo. la aparición de un punto despierta al sistema de cognición cartesiano, que lo cerca con un cuerpo de seis caras y lo alcanza con una diagonal que lo devuelve al origen. Esta diagonal marca siempre el límite en la extensión del cuerpo de referencia. La diagonal opera dentro del campo subjetivo cartesiano por referencialidad y diferencia, marcando siempre el límite de posibilidad de la idea, su adentro y su afuera.

La máquina de visión cartesiana está aliada a la perspectiva Albertiana que produce un centro de visión con un cono de proyección y un encuadre o plano frontal de visión. La máquina de visión a la vez produce una máquina de visibilidad, que interpone el plano oblicuo a la proyección frontal centralizada, desocultando el funcionamiento de la máquina de visión y despertando la transversalidad oblicua de la mirada, la artificialidad de lo natural, el poder detrás de las grandes representaciones históricas, la multiplicación y coexistencia de puntos de vista divergentes en un escenario que ahora se compone de muchas miradas.

La coexistencia de múltiples subjetividades en un entorno que reconoce las diferencias es uno de los ideales sociales que se asocian a la constitución de un socius utópico. Un espacio de coexistencia utópica debe por lo tanto producir permanentemente la maquina de visibilidad que le permite convivir en transparencia, a la vez que, en ves de habitar la máquina de visión que compone el topos cartesiano, ha de habitar la maquina de visibilidad, su u-topos. La máquina de visibilidad cartesiana produce por varios procesos de sustracción del sentido, al plano oblicuo de referencia como plano de la experiencia vivida o presentada, frente al plano frontal, de representación de la experiencia.

Estos procesos sustractivos del sentido están constituidos por maquinas de visibilidad fabricadas por pensadores visuales de todas las épocas. Son prácticas abstractas y reales “con fecha y nombre”(8), que han insistido en elevar a la esfera de la cultura el curso de lo inmanente por sobre lo trascendente.

Sostengamos que todo proceso de emergencia cultural comienza con una metáfora; si es así, entonces la metáfora de lo inmanente que compromete lo oblicuo es un punto de partida concreto para inducir una transformación de la realidad y observar sus resultados.


-----------------------------------------------------

1- Sobre un concepto histórico de ciencia, Carlos Pérez Soto, lom, 1998.
2- Compendio de definiciones básicas extraídas de internet: el diccionario de la Real Academia Española y la Wiquipedia; más la del diccionario de filosofía Ferrater Mora, Ariel, 1999.
3- Macrae-Gibson, Gavin, La Ansiedad de la Segunda Caida; La Vida Secreta de los Edificios, 1985 .
4- Arquitectura moderna, Alan Colquhoun, 2002, Gustavo Gili, 2005.
5- The function of the oblique (Trhe architecture of Claude Parent and Paul Virilio 1963-1969), AA Documents Nª3, London,1996.
6- Materiales Para una historia de la subjetividad, Sergio Rojas, Ed. La Blanca Montaña, Santiago, 1999.
7- Ibid.
8- G. Deleuze y F. Guattari , Mil Mesetas, 1980, Pretextos, Valencia, 1994.

No hay comentarios.: