U-TOPOS (2006 - )




U-TOPOS (2006 - )
¿Es posible construir una utopía?, aquí y ahora, con mis medios, ¿es posible? ¿Existe en el orden del espacio contemporáneo posibilidad para pensar y habitar una utopía arquitectónica? ¿Es valido pensar utopías luego del fin de la modernidad histórica?
Las evidencias indican que justamente hacia el final de la modernidad, es decir los años 60-70, las discursividades utópicas estaban siendo ocupadas activamente como herramienta de creación y difusión de las nuevas estrategias públicas y privadas de reorganización de la vida. Esta pulsión fue reprimida y abolida sistemáticamente por la cultura del poder y del mercado, que extendió su propia contrarrevolución del consumo y las comunicaciones.
Sin embargo subsisten las propuestas “marginales” que rearticulan el pensamiento utópico en la posmodernidad y muy especialmente, los avances en cultura espacial y material llevados hasta aquellos días de resistencia y experimentación de una generación nacida para el cambio. Viéndose extinta la utopía del cambio social hacia 1975, las discursividades críticas se rearticulan en otros territorios estratégicos intensificando el análisis de fuego cruzado contra la fina red del sistema cultural capitalista. La ideación y ejecución de programas utópicos se ve abandonada en beneficio de las prácticas críticas y degradada al estudio y la clasificación. No obstante el pensamiento utópico se sigue rearticulando en la posmodernidad de manera insospechadamente coherente, hasta alcanzar con la persistencia de sus principios a una nueva generación de prácticas, más pragmática y no menos crítica.
U-topos se pretende un proyecto de largo aliento.
Ahora corresponde el momento de las indagaciones, la búsqueda de las fuentes, la recolección de herramientas, la construcción de una historia.
Los discursos y las prácticas que serán inicialmente analizados presentan en común tres paradigmas: la caducidad de un orden de las cosas, la artificialidad de la cultura, la plasticidad de la realidad.
Todas reconocen a la vez una razón: la existencia de otro orden, y la necesidad de comprobar su veracidad y su viabilidad.
Son propuestas utópicas alternativas al stablishment de su época, que reunidas por el tiempo conforman un espacio de referencia para la reconstrucción del pensamiento utópico después de la modernidad.
De estas prácticas extraeremos las herramientas y los materiales para el ensamblaje de un corpus operativo del espacio utópico moderno y posmoderno.

Si el movimiento moderno pretendió seguir las directrices de una utopía a construir, así también han existido utopías dentro del mismo espacio creado por y para la modernidad, que denuncian antiguas procedencias paradigmáticas reproducidas en los nuevos espacios: La forma cúbica como espacio del pensamiento que vuelve a centralizar en el hombre la constitución del mundo y a autorizar su colonización; la separación fáctica de las funciones como un intento más por separar a los hombres con el consiguiente atraso en el desarrollo de la cultura humana del cuerpo, el espacio y la multitud, evidencian que los principios básicos que dirigen antiguamente el orden actual de las cosas no han sido finalmente removidos ni modificados.

Este escenario nos indica que el pensamiento utópico posee otro status dentro del orden de la historia. No pertenece ya a un momento histórico único sino que se presenta como fenómeno asociado a las grandes revoluciones culturales y sus modelos ideales de configuración. El pensamiento utópico ha hecho cada vez relación a una pulsión originaria de su concepto en sus distintas escalas: la diagonalidad del pensamiento y la confección de unos limites de lo posible y por lo tanto, de un afuera de lo posible.
Y puesto que existen aún ciertos límites que definen los marcos de la realidad según la entendemos y la experimentamos, que no han sido rotos ni superados, como la gravedad, la alteridad y la muerte, existirán así también, principios utópicos que persisten en construir un espacio de la improbabilidad común a la mayoría de los paradigmas históricos.
Toda revolución cultural impulsada por un cambio de paradigma presenta una utopía oficial y utopías marginales como reacción a la unilateralidad del discurso. No obstante se configura un espacio común al pensamiento utópico de cada época que se caracteriza por la oblicuidad, la liminalidad y la negatividad.
En estos principios activos se basa la investigación U-topos, en vistas a la construcción de un emplazamiento diferente y sobre todo posible.

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